viernes, 15 de octubre de 2010

RAZONES PARA ACABAR CON LA BARBARIE TAURINA


Como paso previo a las razones que expondré me gustaría decir que pienso lógico obviar que somos abolicionistas porque estamos contra el maltrato animal, y solamente por esto es totalmente razonable pedir que se acaben los espectáculos taurinos donde sufra el animal. Pero si queremos abolir la barbarie taurina, hoy en Andalucía, debemos ser conscientes de que vivimos en una realidad concreta y responder con hechos. De esta forma seremos más coherentes, podremos reivindicar nuestras exigencias con más razones y será más fácil llegar a las capas populares del Pueblo Andaluz.

Me limitaré a dar algunas razones respecto a diferentes campos sociales mostrando las razones que defendemos y por las cuales estamos luchando hoy en día, pasando del romanticismo voluntarista a un movimiento organizado con razones de peso en cualquier aspecto de la vida cotidiana en Andalucía.

RAZONES ECOLÓGICAS:

Un gran pilar de esta reivindicación es el ecologismo. Debemos reivindicar un ecologismo consecuente, y me explico: Estamos acostumbrados a alardear, o ver alardear a todo el mundo de ser ecológicos. Sin embargo esos supuestos pensamientos no se llevan a la práctica de forma coherente: Derrochamos energía en casa, vamos al McDonalds a comer, no usamos ni reivindicamos la Soberanía Alimentaria, etc. Debemos tener una mentalidad ecológica desde que nos levantamos hasta que nos acostamos: Desde reciclar o gastar la energía mínima necesaria, hasta educar a nuestro entorno en la ecología. Por eso digo que debemos reivindicar un ecologismo consecuente. Abrir el debate en una sociedad donde se considera este tema como secundario. Entre estos puntos a concienciar, está la necesaria abolición de la tauromaquia. Más adelante tocaré de nuevo razones ecológicas.

RAZONES CULTURALES:

Para desmontar “el toreo” como “Cultura Andaluza” debemos conocer la Cultura Andaluza. No pretendo hacer una tesis doctoral ahora, pero hay que describir brevemente qué es y en qué situación está la Cultura Andaluza para abordar la situación. El cantautor andaluz Carlos Cano diría: “La canción española ni es canción ni es española: es copla y andaluza”. Esto podría resumir lo que ha pasado con la Cultura Andaluza: Nuestra historia ha sido y es cada día manipulada y ocultada, nuestras costumbres son pisoteadas y humilladas (el alegre andaluz, el vago que duerme siesta…). La humillación a nuestra Cultura llega a extremos tales como que nos dicen que nuestra forma de hablar está mal y sólo se acepta si es para hacer reír a la gente o cuando habla la “chacha analfabeta de Médico de Familia”… (Perdón por el excursus, pero: ¿Nueve millones de andaluces hablamos mal? No, perdone. Yo no hablo un mal castellano, sino un perfecto andaluz).

Con este breve resumen queda mostrado que los andaluces llegamos a desconocer nuestra Cultura, y asumimos la que nos imponen, hasta el punto de humillarnos a nosotros mismos (¿Quién no ha oído alguna vez esta frase de “bueno, es que yo soy vago porque soy andaluz…”?). Es aquí donde entra la tauromaquia: Dentro de la cultura impuesta y manipulada de lo que es Andalucía, la tauromaquia es un pilar, siendo Andalucía como dicen desde el conservadurismo “la región más española de todas” (Claro, si España es “sevillanas, toros y olé”, dudo que los cántabros se identifiquen con tales cosas más que los andaluces).

No se me olvidará hablar en este apartado sobre la “cultura” que nos han arraigado a los andaluces y andaluzas del, irónicamente, “bello arte de matar animales”. Y es que entre la cultura andaluza parece que tener la cabeza de un toro colgada en un bar le da más categoría, pero no menos, supongo, que asesinar un lince con una escopeta. Y es que el 80% de los linces necropsiados en nuestra tierra tienen restos de munición en su cuerpo. Por ello nuestra labor es concienciar, más y más, a la sociedad andaluza, pero también denunciar estos hechos.

RAZONES ECONÓMICAS:

Hay muchas razones para acabar con la tauromaquia, económicamente hablando. Me centraré fundamentalmente en tres aspectos:

- Latifundios
- Empresas multimillonarias
- Dinero público para “la fiesta”

Latifundios: Hemos hablado de la cultura andaluza y de la falta de Soberanía Alimentaria como parte del ecologismo. Los latifundios, entre otras cosas, forman parte de este problema.

Andalucía, tópicamente, es sinónimo de latifundios y cortijos. Esto significa una opresión social, la típica de ricos y pobres. Pero también el latifundio es una realidad antiecológica, conforme hay enormes extensiones dedicadas sólo a sembrar pastos para estos toros, mientras importamos productos (alimenticios, algodón, etc.) de otros lugares tercermundistas, quitando tierras de labor a territorios de por sí oprimidos, y quitándonos la posibilidad de cultivar nuestra propia comida. Sin contar el coste, monetario y ecológico, del transporte de dichos productos venideros de otros continentes.

Empresas multimillonarias: El argumento de muchos taurinos es la falacia de que la tauromaquia da muchos empleos y riqueza. Sin embargo, ni da tantos empleos, ni están tan bien remunerados, ni la riqueza va a parar a los bolsillos del pueblo llano. La realidad es que se trata de empresas multimillonarias, en ocasiones multinacionales, las que disfrutan de los beneficios que dan estas masacres: Desde los toreros que luego salen en los programas basura de TV, hasta los que no salen en la tele, dueños de las fincas, los toros, las plazas…


Dinero público para “la fiesta”: De lo dicho anteriormente, muchos de los supuestos beneficios que da la fiesta vienen de parte del propio gobierno español, andaluz, provincial o local. Ya sea en forma de subvenciones millonarias, los miles de euros que se gasta la TV pública (y por tanto de todos y todas) en emitir en horario infantil la masacre de estos animales, o incluso comprando ayuntamientos, diputación y Junta de Andalucía una buena parte de las entradas, para regalarlas a “la creme de la creme” de esta injusta sociedad.

ACABAR CON LA TAUROMAQUIA COMO PRINCIPIO DEL FIN DEL MALTRATO ANIMAL

Estas tres pinceladas que he mostrado, en los planos ecológico, cultural y económico, complementan la razón fundamental humana, que nos llama a acabar con las barbaries del pasado (esclavismo, racismo, sexismo o maltrato animal, entre tantos ejemplos). Nuestra reivindicación debe basarse en que buscamos una sociedad más justa y eso no se puede conseguir si nos anclamos en unas anquilosadas costumbres que hace dos siglos ya se intentaron abolir, en nombre del progreso, si nos remitimos al Estatuto de Bayona de 1808, en el que ya José Bonaparte en el trono español declarara estas fiestas como bárbaras y las prohibiera constitucionalmente. Recapitulando, tras la abolición, que más tarde o más temprano conseguiremos, deben llegar otras luchas en pro de conseguir un mundo más justo, tanto con los animales como con las mismas personas.


Por estas razones, y muchas más:


¡ANDALUCÍA ANTITAURINA!


¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE DE MALTRATO ANIMAL!

F. J. R. León
15/10/10

3 comentarios:

  1. Me encanta!!rsponde muy bien a todas las dudas que tienen los taurinos, me parece admirable la gente que se toma esto enserio, porque ser antitaurino es luchar por los derechos de los animales y por nuestra identidad humana, porque ser humano no es solo hacer la guerra, destruir o matar vidad inocentes, pero con el toreo demostramos que solo servimos para destruir, porque la muerte, la sangre, el exterminio y el sufrimiento ni es arte ni es cultura, el arte es belleza es vida es creación, no muerte!!chapó por este artículo!!

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  2. Totalmente de acuerdo!!!!!

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  3. Una fiesta nacional minoritaria que no mueve tanto dinero como dicen, puesto que la mayoría de dinero que mueve es público a través de subvenciones que salen de nuestro bolsillo y de la que la mayoría de gente con sciente nos avergonzamos no debería formar parte ahora de Cultura debido a que esa no es ninguna cultura!!!!!

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